"El Colorín"
Yo siempre he tenido mucho feeling con los animales, en especial con los perros y gatos, creo que ellos se dan cuenta que les puedo demostrar cariño.
Aunque debo decir que la primera vez que llegué a Concepción, no quise acercarme a los perros callejeros, debido a que estaban llenos de sarna y tiña, ese era un espectáculo bien desolador, de verdad lo digo, me daba lata que se desangraran en la calle y por culpa de la sobrepoblación de ellos, no se pudiera hacer nada, la única alternativa era sacrificarlos, pero las sociedades protectoras se opondrían.
La verdad es que el tema de los animales desamparados, me rayó bastante, llegando a un punto de pensar sólo en eso. Tengo súper grabado un episodio, estábamos en Kukalón, en Linares, hace como 5 años y con un grupo de amigas, habíamos conseguido entablar una conversación con uno de los hombres más codiciados de mi aldea, el punto es que se puso medio Nazi y hablaba de matar a los perros y todo eso, lo odie tanto y producto del copete que estaba en mi sangre, lo empecé a insultar y decirle cosas, hasta que se fue, mis amigas hasta el día de hoy me lo reprochan, pero fue mejor, no me habría gustado tener en mi círculo de amigos un tipo tan hueco como ese.
Años más tarde, Concepción no tenía perros vagos, al parecer las sociedades protectoras, no pudieron impedir el sacrificio de todos esos animales, con Wallace, un ex compañero de universidad, muchas veces vimos como amarraban a los perros y luego los subían a una camioneta, siempre los encontraban en la laguna de los Patos de la UdeC, al parecer para ellos ese lugar era seguro.
En Linares pasa algo muy similar ahora, la sobrepoblación de estos animales ha aumentado notablemente, los perros conviven con nosotros a diario, muerden los neumáticos de los autos, los persiguen y mueven la cola cada vez que una persona pasa por su lado. Ese es el caso del “Colorín”, lejos el perro más llamativo de mi aldea, es súper callejero, pero es de los VIP, todos los niños juegan con el, lo saludan y hasta le dan comida, es como las mascota de la ciudad, uno a las 3 de la tarde lo ve en el mall, y media hora más tarde está en el cementerio, camina grandes distancias y es feliz así, además siempre anda sólo, no anda apandillado con otros perros. Un día el “Colorín”, amaneció rayado con spray en el lomo, le escribieron un tac y así anduvo por muchos días, otro día le pegaron en la espalda, un papel con publicidad de una fiesta de los 80 y así por varios días y hasta que se le cayó el papel, recorrio Linares promocionando el evento. Me gusta el “Colorín”, es un perro choro, canchero, independiente y querible, mi ciudad no sería lo mismo sin el y sin los otros canes, es por eso que no estoy de acuerdo con en sacrificio de ellos.
Aunque debo decir que la primera vez que llegué a Concepción, no quise acercarme a los perros callejeros, debido a que estaban llenos de sarna y tiña, ese era un espectáculo bien desolador, de verdad lo digo, me daba lata que se desangraran en la calle y por culpa de la sobrepoblación de ellos, no se pudiera hacer nada, la única alternativa era sacrificarlos, pero las sociedades protectoras se opondrían.
La verdad es que el tema de los animales desamparados, me rayó bastante, llegando a un punto de pensar sólo en eso. Tengo súper grabado un episodio, estábamos en Kukalón, en Linares, hace como 5 años y con un grupo de amigas, habíamos conseguido entablar una conversación con uno de los hombres más codiciados de mi aldea, el punto es que se puso medio Nazi y hablaba de matar a los perros y todo eso, lo odie tanto y producto del copete que estaba en mi sangre, lo empecé a insultar y decirle cosas, hasta que se fue, mis amigas hasta el día de hoy me lo reprochan, pero fue mejor, no me habría gustado tener en mi círculo de amigos un tipo tan hueco como ese.
Años más tarde, Concepción no tenía perros vagos, al parecer las sociedades protectoras, no pudieron impedir el sacrificio de todos esos animales, con Wallace, un ex compañero de universidad, muchas veces vimos como amarraban a los perros y luego los subían a una camioneta, siempre los encontraban en la laguna de los Patos de la UdeC, al parecer para ellos ese lugar era seguro.
En Linares pasa algo muy similar ahora, la sobrepoblación de estos animales ha aumentado notablemente, los perros conviven con nosotros a diario, muerden los neumáticos de los autos, los persiguen y mueven la cola cada vez que una persona pasa por su lado. Ese es el caso del “Colorín”, lejos el perro más llamativo de mi aldea, es súper callejero, pero es de los VIP, todos los niños juegan con el, lo saludan y hasta le dan comida, es como las mascota de la ciudad, uno a las 3 de la tarde lo ve en el mall, y media hora más tarde está en el cementerio, camina grandes distancias y es feliz así, además siempre anda sólo, no anda apandillado con otros perros. Un día el “Colorín”, amaneció rayado con spray en el lomo, le escribieron un tac y así anduvo por muchos días, otro día le pegaron en la espalda, un papel con publicidad de una fiesta de los 80 y así por varios días y hasta que se le cayó el papel, recorrio Linares promocionando el evento. Me gusta el “Colorín”, es un perro choro, canchero, independiente y querible, mi ciudad no sería lo mismo sin el y sin los otros canes, es por eso que no estoy de acuerdo con en sacrificio de ellos.
En la foto Colorin durmiendo en una de las calles
Por [Matilda...] @ 4:09 p. m.
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