viernes, septiembre 30, 2005

Contradicciones



Días llenos de contradicciones. Creo que paso de la felicidad a la pena incontrolable. Parece una crisis de abstinencia o algo por el estilo. Creo que no es nada de eso.
¿Acaso nadie escucha mi voz?. No es como un grito desesperado, tal vez soy muy buena actriz y no se nota mi tristeza.
Puede ser que me mienta yo misma, al parecer hago creer al resto que todo marcha bien en mi vida.
Ya no me dijiste que es mentira. No sé, hubiera preferido saber que te ibas a la China o que te arrancabas con una mulata caribeña, llena de curvas.
A veces es mejor pensar que las cosas no te duelen, para creerselo. Yo no me las creo. Dentro de toda mi extroversión, nunca digo lo que realmente siento. Soy como un monje Tibetano que saca todo, pero hacia adentro.
Una vida de altibajos, más marcados ahora. ¿Acaso me duele todo lo que está pasando?. La verdad es que me duele y mucho.
Creo que estoy triste. Pero esto pasará en algún momento
Una despedida sin igual. Ojalá no te olvides tan rápido, de que alguna vez existí. Por lo menos yo te recordaré.
No te veré nunca más. O tal vez en algún momento de las futuras vidas nos encontremos en algún lugar... de casualidad.
Tal vez sea lo mejor. Creo que es lo mejor
¿Seré realmente frágil?. No lo sé, creo que he soportado todo bastante bien
Lo gigantes lejanos ganaron esta guerra. Era algo obvio, la battalla o guerra estuvo perdida desde el principio
Yo soy la única perdedora. Y lo acepto.
Finalmente había alguien más. Ese alguien que siempre ha existido.

martes, septiembre 27, 2005

Los excesos festivos


Para nadie es algo extraño que las fiestas patrias, año nuevo y otros festivos anuales, son sinónimo de excesos, ya sea en alcohol, fiestas, o simplemente trasnoches. Nosotros los chilenos siempre tenemos una excusa para celebrar y eso es algo inherente en todos nosotros.Esta personalidad tan festiva tampoco es un problema, pero sì se convierte en uno, cuando dañamos la propiedad privada o simplemente a nosotros mismos.
Concepción como ciudad universitaria, tampoco ha sido la excepción a la regla y en estos últimos días, ha mostrado una triste realidad, de carretes juveniles que se están saliendo de los marcos habituales.Para nadie es extraño saber que la Universidad de Concepción es una casa de estudios abierta, donde se puede controlar quien entra y quien sale, pero sólo si son unos pocos. Este no fue el caso del pasado 18 de septiembre, donde los jóvenes no tenían un lugar donde celebrar y acudieron en masa a los campos universitarios. Las explicaciones fueron muchas, una, que las tan famosas ramadas de la UBB se habían suspendido y que además no tenían un lugar físico en el cual celebrar las fiestas patrias.Es por eso que el jueves 15 de septiembre, miles de jóvenes llegaron a la Universidad de Concepción, con la esperanza de encontrar un lugar en el cual celebrar a nuestro Chile.Pero el espectáculo fue preocupante, un grupo de jóvenes que estaba en los campos universitarios, tuvieron la idea de subir los mástiles de las banderas de la UdeC, como palo encebado. Uno de ellos quedo enganchado de la entrepierna y comenzó a sangrar, él no se había dado cuenta del dolor, pero muchos de los que asistían a ese lugar lo ayudaron, para que pudiera bajar, ahí fue fundamental la solidaridad que mostraron los otros jóvenes.Otro de los espectáculos que no eran dignos de mostrar, eran los campos universitarios después de este carrete. Estaba lleno de botellas quebradas y un basural que nadie entendía. La laguna de los Patos, tenía a los cisnes nadando entre cajas de vino y botellas de pisco.Sin lugar a dudas nuestra personalidad dicharachera, es envidiable, pero tal vez tendríamos que cambiar los excesos a los que estamos acostumbrados.

martes, septiembre 20, 2005

La calles

Pensar mil veces en lo mismo. En que acá sólo estoy de paso. Realmente me dio pena volver, de verdad no quería estar nunca más en este lugar. Sólo deseaba ver la cordillera de la Andes todos los días que me quedaban de vida, despertar en la mañana y respirar ese aíre que sólo existe ahí.
Es un lugar en el que sólo podría vivir sin lujos, sin dinero, sin cosas materiales, sólo con un par de amigos que me acompañarían siempre, en los malos y en los buenos momentos, tendría saludos de gente que no conozco
.
Quiero caminar otra vez por León Bustos, hasta llegar a Independencia y encontrarme con todo el mundo, porque todo el mundo está ahí, la gente que me vio crecer, las personas a las cuales pertenezco.
Es extraño que realmente me diera cuenta de lo que siento con respecto a ello. Sólo sé más que nunca que no quiero estar aquí, que quiero volver a mi ciudad y conformarme con poco, sólo con las sonrisas de las personas que caminan por la Plaza de Armas o van sentadas a mi lado en la micro.
Y tal vez es eso lo que más me apena, saber que no volveré... o que lo haré, pero en varios años más, cuando tenga canas, un par de arrugas y haya vivido buena parte de mi vida. Eso es lo que realmente no quiero, volver cuando ya no exista nada de lo que conocía.
Quiero estar de vuelta muy pronto. Sólo se que ese es mi lugar.
Ahí nací, viví 18 años de mi vida, aprendí a caminar, tuve mis primeros amigos, fui al colegio, me di mi primer beso, fui feliz, triste, toda una vida llena de cosas está entre medio de toda esa vegetación, de ese frío interminable en invierno y al lado de ese calor excesivo en el verano. Donde la gente sonríe sin parar, donde cuando ves a alguien conocido, lo saludas con un gran abrazo, el lugar donde la gente no le da miedo preguntar: ¿cómo estás?. Ese es lugar al que perteneceré por siempre


jueves, septiembre 15, 2005

Te vas


Siempre creo que el río debe seguir su cauce natural. La verdad es que la predestinación no es mi filosofía, pero si creo en el destino. En este caso yo no era el tuyo y tu tampoco eras el mío. Existen pares o mitades para todas las personas y yo tampoco era la tuya.
Sólo puedo decir que no he encontrado mi mitad, que me di cuenta que aún no estoy lista para eso, pero lo que es más importante, me di cuenta que no eres tú.
Tú sabes quien es tu destino y tu otra mitad, y lo tienes claro desde que tienes 18, hace más de trece, creo que todo este tiempo te has querido cegar.
Ayer fue un buen día, pese a un par de peleas que le dan sabor a la conversación. Una obra de teatro que hablaba de amor "Tengo miedo torero", una historia parecida a la nuestra, ya que en algún momento yo pensaba que tú eras mi camino, pero tu camino estaba en otro lugar y yo no me encaminaba en ningún momento en ese lugar.
Pese a eso, creo que un año y medio no es tiempo pérdido, que de verdad crecí, medio a golpes, pero lo hice. Tal vez no llegué a la madurez de tus 31 años, pero si aprendí a vivir la vida de otra manera, por eso creo que me enseñaste a expresarme, pese a que tú eres la introversión en persona, tal vez me mostraste un mundo nuevo, que no era el mío o por lo menos no el de una pequeña de 20 años.
Sólo puedo decirte que te quiero un montón, pero ya no como pareja, ni como novio, te quiero como una persona que es parte de mi historia, con la que viví miles de momentos buenos y malos, con la que crecí y descubrí un mundo a mi alrededor. Por eso te digo que siempre estaré ahí cuando me necesites, cuando tengas pena o estes feliz. Serás un llamado lógico cada año nuevo o Navidad, estarás ahí por toda mi vida.
Espero de todo corazón que te vaya bien, que te salgan las cosas que tienes planeadas. Y que ese viaje que tienes en mente sea para toda la vida, te resulté a la perfección, porque esa si es tu ciudad y no esta en la que estás sólo de paso.
Te la jugaste y por lo mismo, espero lo mejor para ti.

martes, septiembre 13, 2005

El retorno


Los pensamiento van y vienen, los cuestionamientos más aún. La verdad es que son períodos o momentos especificos de una vida en la que sólo espero descansar y dormir.
No soy una mente que acostumbre a soportar tanto, tal vez hasta ahora he demostrado una naturaleza y valentía que ni yo misma sabía que tenía.
Las decepciones no eran algo que abundara en mis historias, pero ahora son parte del paradigma en el que se ha convertido mi vida.
Cuatro etapas de un momento crucial, del que pase de la felicidad a la tristeza, del amor al odio, del no importarme nada, hasta la melancolía más trágica.
Sólo de esa manera se comienzan a enlazar mis vínculos

www.conce.cl

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jueves, septiembre 08, 2005

Desde la tierra huasa llegaron saltando


Hay que ser dotados para la gimnasia. Se precisa una alta dosis de voluntad, gran constancia y mucha imaginación, virtudes complementadas por una adecuada preparación física. Con tal exigencia, la gimnasia artística (en aparatos) no es masiva. Menos en Conce y, en general, en nuestro Chilito. Pero, eso no significa que por estos lados nos topemos con algunos sobresalientes. Desde Santa Cruz, Sexta Región, llegaron dos de los mejores gimnastas en aparatos de nuestro país a la Universidad de Concepción para estudiar y desempeñarse en cuanto torneo se realiza. Ellos ya son “penquistas” por adopción, mientras estudian. Son Francisco Rodríguez, de 23 años, alumno de 4º año de Educación Física, y César Fuenzalida, de 19, mechón de Medicina. Ingresaron como deportistas destacados, por lo que hacen uso de sendas becas. “Estoy bien acá en Concepción y en la Universidad estoy estudiando prácticamente regalado. Sólo tengo que rendir en los estudios y en el deporte”, señala César. Ambos han sido seleccionados nacionales y se han puesto la Roja de verdad representando al país en una infinidad de torneos. Francisco comenzó a los seis años a entrenar, pero a los 12 ya intervenía en competencias más importantes. “A esa edad empecé a ir a los Nacionales y a las clasificatorias para la selección nacional”, recuerda. Fue seleccionado nacional en dos Sudamericanos, uno en Santiago y en Maracaibo (Venezuela) en que fue finalista. Lleva cinco años compitiendo por la “U” y ha sido tres veces campeón nacional universitario en los torneos 2002, 2003 y 2004. En tanto, César comenzó a los 6 años. Logró un tercer y segundo lugares a nivel sudamericano. Además, integró la selección nacional que campeonó por equipos en los Panamericanos de Santo Domingo (2003), y estuvo en el Mundial de California, Estados Unidos, ese mismo año. El pasado fin de semana participaron en el Segundo Campeonato de Invitación, organizado por la UdeC. En el nivel avanzado, César fue campeón con 23,8 puntos en sueldo, salto, y paralelas), en tanto el ya experimentado Francisco obtuvo el segundo lugar con 23,4, entre dieciséis copetidores.
Por Matilde Carrasco Escudero, alumna de Periodismo en práctica.
Diario Crónica

miércoles, septiembre 07, 2005

Los Figueroa, una gran estirpe cestera



Los hermanos Sebastián y Ellen Figueroa Parra. La misma pasión de sus progenitores, les ha permitido constituirse en figuras de proyección en el baloncesto joven de Concepción.
Sebastián y Ellen Figueroa Parra llevan el básquetbol en la sangre. Son hijos de Sandro Figueroa y Paola Parra, ambos destacados basquetbolistas, los que a su vez pertenecen a una dinastía cesteril de la provincia.
Pero esta herencia no se terminará con ellos, ya que Renato, el retoño del clan Figueroa Parra, de apenas dos años, tampoco se salva de esta atracción. “Mi hermano hasta le da bote al balón”, señala Sebastián.
Ambos estudian en el Kingston College. Sebastián con 17 años cursa el 3º medio y su hermana Ellen, de 15, el 2º medio.
“Yo creo que mi papá es lo más alto que tengo, él siempre me corrige cuando estoy haciendo algo mal”, señala Sebastián, refiriéndose al importante referente que significa su progenitor.
Comenzó muy pequeño a jugar en la “Muni”, después en Petrox, jugó Nacionales por la “U” y ahora por la UdeC ya debutó en Dimayor ante Osorno.
“Juego desde chico. Me motivé viendo a mi papá, además que él sea mi padre no es una presión. Yo juego básquetbol porque me gusta”, añade el “Seba”.
Aparte del colegio, el estudio y la vida familiar, Sebastián tiene que lidiar con los entrenamientos de la UdeC, en horario nocturno, en los que señala que “es un beneficio entrenar con mi padre, ya que volvemos juntos a casa”.
“Me ha servido un montón entrenar con la U, porque aprendo mucho. Ha sido una enriquecedora experiencia” nos dice, apuntando que “tengo claro que debo seguir estudiando”.
Le gustaría ser Ingeniero Civil Industrial, por lo que luchará por “una beca deportiva, para tener una carrera, perfeccionarme y seguir jugando en la ‘U’ hasta cuando no pueda más”.
Agradece el apoyo que le han brindado los entrenadores Cipriano Núñez y Alfredo González. “A ellos les doy las gracias por lo que me han enseñado”. Y en una sana crítica, apunta que “me gustaría que se valorará más a los jugadores de Chile”
Matilde Carrasco Escudero, alumna de Periodismso, en práctica.

Diario Crónica